viernes, 30 de noviembre de 2007

Montserrat por excelencia


Montserrat es la montaña sagrada catalana por excelencia, ubicada en el centro geográfico de Cataluña, sería el perfecto ejemplo de un altar natural destacado por los celtas por sus innumerables propiedades, donde las corrientes telúricas que se cruzan en las entrañas de esta singular montaña incentivan la fuerza que ella transmite.

Montserrat es, por tanto, una de las cumbres sacras más importantes;para muchos, el mayor enclave esotérico del mundo occidental. Corazón maternal y espiritual de Cataluña, es en este altar natural es donde mejor se puede percibir la fuerza telúrica de la Madre Tierra. Cuentan las leyendas que a esta montaña acudían las gentes de la antigüedad celta, en peregrinaje, al inicio de la primavera, para lavar sus pecados y curarse de sus enfermedades. Este poder de atracción sería recogido mucho después, durante siglos almomedievales, por los anacoretas cristianos, quienes hasta allí subieron para elevar sus rezos al Altísimo, conocerse a sí mismos y vivir de la meditación en la soledad de la montaña. Uno de los anacoretas** que vivieron en aquellos ámbitos fue san Ignacio de Loyola (1491-1556), fundador de la Compañía de Jesús; allí tuvo sus más reveladoras experiencias mísiticas, visiones y revelaciones, se sometió a un periodo de gran austeridad, a fin de abrirse con sus ejercicios espirituales a otros niveles de la realidad interior, y sería en Mansera donde terminaría de redactar el futuro proyecto renovador del catolicismo y de la formación de la orden que iba a revolucionar los pilares de la Iglesia.

Sobre la montaña mágica del macizo de Montserrat, infinidad de especulaciones sobrenaturales se han narrado y escrito, algunas de las cuales aseguran que a veces han cruzado sobre sus cielos gente de otras dimensiones; otros estudiosos de la montaña sitúan en ella el lugar donde el compositot Richard Wagner se inspiró para dar vida a la leyenda artúrica de Parsifal, la mítica Montsalvat donde se hallaba oculto el Santo Grial.


Y es aquí donde se halla la vinculación de Montserrat con el Temple, a través de La Moreneta. Los templarios eran bien conscientes de la significación sacra de estas alturas para los pueblos celtas; y ellos, los caballeros esotéricos por antonomasia del mundo medieval, conocedores de las ciencias herméticas y del poder telúrico y druídico de estos enclaves, supieron muy bien seguir las huellas de las civilizaciones más cultas de la España celta, y Montserrat transmitía tales conceptos en su totalidad. Por ello, no es casual que en los niveles más dominantes de esta montaña se hayan construido los templos dedicados a los dioses, que luego, ya en tiempos medievales, serían cristianizados (Sant Miquel, Sant Jeroni, Sant Salvador, Sant Joan, Sant Iscle, etc), y lo mismo sucedió con las cuevas (símbolo del útero de la Tierra) de las ladera (Santa Cova, Santa Magdalena, Santa Cecilia, etc) Los templarios vincularon esta sagrada cumbre con la residencia de la reina de las brujas, al tiempo que consideraba Montserrat un gigantesco dolmen y estaban persuadios de que, debajo de él, en las entrañas rocosas, existía un lago subterráneo.



**ANACORETA: Persona que vive en lugar solitario, entregada enteramente a la contemplación y a la penitencia

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